El albazo llegó de parte de quienes los criticaron en el pasado reciente y el Congreso veracruzano, predominantemente panista, votó fast track a favor del nombramiento de un Fiscal anticorrupción, a cien días del término de la actual legislatura.
La opinión generalizada sobre este acto fue censurada desde todos los ángulos, menos, por supuesto, por el gobierno de Miguel Ángel Yunes que lo avaló.
Este es uno de los actos desesperados al que recurren los gobiernos que en un acto de autoridad y hasta de eventual complicidad buscan blindar su salida.
Veracruz es uno de los estados más golpeados en los años recientes por los abusos de sus gobernantes, tanto así que dos de ellos (Javier Duarte y Flavino Ríos) se encuentran en prisión.
De acuerdo con las versiones difundidas, los dos Fiscales veracruzanos, el recién nombrado y el general, son fuertemente censurados por su cercanía con el actual gobernador, el panista Yunes Linares.
Por tal motivo el gobernador electo y la diputación que asumirá próximamente, ambos de militancia en MORENA, recurrirán a los tribunales para impugnarlos, ante eventuales irregularidades producidas durante sus nombramientos.
El nuevo gobernador (Cuitláhuac García) y su Congreso irán por las vías legales, para abrogar esos nombramientos y no caer en los mismos procedimientos que hoy critican (cuentan con mayoría en la nueva legislatura), como sucedió con los panistas que hoy forman parte de la legislatura.
Uno de los principales argumentos usados por Yunes Linares en la búsqueda del voto electoral fue irse con todo contra el gobierno de sus antecesores priistas Fidel Herrera y Javier Duarte, con lo que consiguió el respaldo ciudadano en las urnas.
Sin embargo, dos años después el fracaso de su gobierno fue constatado con la derrota de su hijo y el repudio a su gobierno, señalado por abusos, incumplimiento de sus promesas y omisiones similares a las ejecutadas por los priistas, por lo que busca blindarse antes de irse.
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