EL VIERNES 29 de Junio, un engreído Felipe Amadeo Flores Espinoza comía en lujoso restaurante de la zona conurbada, concretamente en la llamada Plaza del Sol. Se sentía la encarnación del “padrino”, sobre todo porque algunos jóvenes neopanistas –desertores del Partido Verde y el PRI- le fueron a saludar hasta su mesa. Les extendió la mano con displicencia y cruzó algunas palabras triunfalistas. Le rodeaban incondicionales que al ver al reportero en otra mesa distante se acercaron a saludar, y uno de ellos, Mario Tejeda Tejeda (tajada tajada para los amigos y tejode tejode para los enemigos) se mostraba seguro de sí mismo, del triunfo y de la traición al Revolucionario Institucional que les dio todo, y a quien le negaron el respaldo cuando más los necesitaba. Hora y media después, Flores Espinoza y su séquito abandonaron el lugar a toda prisa, como ministros o secretarios de Estado, quizá acariciando al futuro con la yema de los dedos. Uno de los jóvenes ex verdes y ahora chiquiyunistas –ex funcionario del ayuntamiento de Xalapa- se sentó en la mesa del comunicador junto con otros acompañantes, y no dudó en señalar que no se había equivocado; que de acuerdo a los sondeos que tenían (de super firmas encuestadoras), Miguel Ángel Yunes Márquez no solo ganaría sino que arrasaría, y ante la contrariedad de quien esto escribe hasta retó a una apuesta que por mala suerte- o porque no somos afines a los juegos de azar- no se la jugamos. Ese era el ánimo de desertores del PRI y del Verde apenas el viernes. Vislumbraban posiciones, futuro esperanzador y acaso negocios que les convirtieran en los nuevos ricos, pero el domingo después de las 20:00 horas los escenarios comenzaron a alargar los rostros de quienes ya pensaban como Tony Montana, el personaje principal de la película “El precio del poder” -en España-, “Caracortada” -en Latinoamérica- o Scarface –en Estados Unidos interpretada por Al Pacino, quien encarna a un cubano mafioso que montó un imperio en Miami, y que al quedarse solo en su mansión –entre millones de dólares, cocaína y rodeado de lujos y de sus enemigos- escribiría: “el mundo es tuyo”.
A LOS Yunes azules, en la ambición de poder, los perdieron las traiciones que algunos priistas perpetraron contra el PRI, prometiendo cosas que nunca fueron capaces de alcanzar en ese partido que, para variar, Américo Zúñiga Martínez no fue capaz de unificar (bueno, retiro lo dicho: si lo hizo pero, en contra), y en ese tenor fueron sumando a lo más despreciable del “tricolor” que lejos de darles prestigio los sumieron, aún más, en una trama de complicidades. Se olvidaron los azules que esos grupos que buscan a sus familiares desaparecidos exigían la cabeza de Felipe Amadeo Flores Espinoza al considerarlo precursor de las desapariciones como procurador duartista, y contrario al clamor, lo sumaron. Desecharon lo que en principio enarboló el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares en torno a los García Guzmán-Escalante en Pánuco, a quienes calificó de “tapaderas” de Javier Duarte. No quisieron darse cuenta que Renato Tronco Gómez es un personaje con muchos pendientes en el sur del Estado y con cero seguidores –como quedó demostrado en el cierre regional de Chiquiyunes-, y que solo buscaba acomodarse para seguir gozando canonjías y echar a andar negocios subrepticios.
AUN SE recuerda cuando en Enero del año en curso llamó al reportero para comentar que el miércoles 3 de ese mes estaría en Xalapa “para definir por donde me voy”, y ufano rubricaría: “El azul quiere nuestras canicas”, y preguntaba: “¿Tú qué opinión me das?”, y el comunicador respondía: “Lo platicamos en corto”, y él decía: “Bien pero ya mañana tengo que definir, ¿dime qué opinas?”. Platicaría que a él “los dos (PRI y PAN) me están posteando para que les conceda mis canicas”. Tronco estaba entre apoyar a Pepe Yunes o Miguel Ángel Yunes, y si finalmente no respaldó al de Perote fue porque no se le concedieron dos peticiones: “las posiciones que me ofrezcan tienen que ser a la altura para en un futuro seguir construyendo. Quiero la Federal, un pliego y tres unis y otras chácharas. Posiciones para mi estructura. Tengo una estructura en varias partes del Estado, yo les represento fácil 150 mil votos. Y eso no lo digo yo, eso lo dicen las boletas de las elecciones y el efecto mártir y la conexión que Dios me permite con la gente. Conmigo la gente jala pa´donde vaya”.
Y NO era todo. Tronco pedía –para apoyar a Pepe Yunes- seguridad Federal, “hablo de las licencias y armas. La gente yo la pongo, porque el azul es capaz de todo”. Platicó que los Yunes azules le habían ofrecido “una oferta fuerte; obras para anunciar en breve y con llave en mano, además de las candidaturas a diputados y una plurilingüe local; eso es lo que azules ponen además de pagar las campañas”, pero el asunto que lo detenía era la licencia para armas que, al parecer, se las consiguieron, finalmente, porque de pronto nos enteramos que ya formaba parte del clan choleño-boqueño, lo mismo que los Picazo de Coyutla a quienes se les sigue permitiendo amenazas a medios de comunicación, no obstante que el líder de ese clan, Basilio Picazo enfrentó señalamientos criminales similares a los de Tronco Gómez, y en esa tesitura se unieron a Yunes Márquez las hijas del bien recordado Cirilo Vázquez Lagunes, damas que suelen remar para donde las arrastra la corriente a diferencia de sus hermanos que se mantuvieron firmes con Pepe.
Y EN la vorágine de seguir medrando del erario, acaparando puestos que les permitieran mantenerse en la nómina, no solo Los Viagros dieron muestra de traición e ingratitud al PRI para sumarse al PAN, también jóvenes que pasaron de lo verde a lo podrido como Sandro Francisco Gómez Valdés que anunció su renuncia y su pase al yunismo azul con ¡20 mil jóvenes! Que no se vieron por ninguna parte, lo mismo que el ex alcalde de Perote, Paul Marie y su pandilla; José Luis Enríquez Ambell, defensor de lo indefendible; Tacho Mendizábal de Orizaba, y hasta el afamado “Paleta Payazo” de Fortín, Enrique Muñoz, todos lastres del PRI que hicieron bien en irse, pero Yunes Márquez no entendió que lejos de fortalecerlo terminaron por hundirlo, si ya de por si navegaba en pantanos tras la expresión de “viejo guango” contra el, ahora, virtual Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, o el “yo no saludo a gente corriente” vertido a Cuitláhuac García Jiménez.
PERO EL PAN-PRD-MC no solo perdieron la gubernatura; de las 30 diputaciones locales, el Movimiento de Regeneración Nacional ganó 23 y el PAN se queda solo con 7, y en ese tenor pierde el inflado Sergio “Bailador” Hernández por el distrito de Xalapa pese al despilfarro en publicidad, despensas y otros artículos entregados en campaña. La sociedad le demostró que es detestable, por lo que fue reducido a basura pese a las dádivas entregadas a reporteros que, según, lo ayudarían. Ese es el escenario actual, y mañana seguimos con otra entrega similar que pinta de cuerpo entero a la ingratitud y soberbia. OPINA carjesus30@hotmaill.com
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