SU POSTULACION fue producto de una quimera y no podía ser de otra forma, “Si no soy candidato plurinominal en la primera posición de la lista me voy con los azules”, dicen que dijo en plan amenazante, azotó la puerta no sin antes tensar el ambiente con una falsedad: -me respaldan 500 mil campesinos, ustedes deciden-, y Juan Carlos Molina dejó sembrada la incertidumbre. No había pasado ni una semana cuando sus “padrinos” en el Comité Ejecutivo Nacional de la CNC le anunciaron que iría, que sería diputado local sin hacer campaña pese a presumir de ser el ganadero más rico de la comarca. El ansiado sueño –que dejó en la línea de arranque a una docena de hombres y mujeres con sobrados méritos para ocupar el espacio que ahora detenta- se le cumplía al fin. Quiso ser diputado federal del PRI en 2003 allá en su tierra natal, pero Diego Palmero lo dejó dando vueltas como un trompo chillador, y se fue al entonces Distrito Federal a trabajar con el siempre bien recordado Francisco Loyo Ramos en la Cámara de Diputados, donde conoció a muchas gentes, incluso indeseables que lo citan en una averiguación publicada en un diario de circulación nacional. Nadie sabe el origen de la fortuna de Molina, aunque es evidente que comienza a acumularse cuando fungió como tesorero del alcalde de Cosamaloapan Eloy Chiunti Ferat, entre 1995 y 1997. Se sabe que el ahora dirigente Estatal de la Liga de Comunidades Agrarias solía escamotear adeudos a empresas con las que el ayuntamiento tenía tratos comerciales, lo que le ganó enemistades pero, al mismo tiempo, la conquista de otras tantas amistades pues con el dinero embolsado se dedicaba a las relaciones públicas.
LA HISTORIA de Juan Carlos es intensa y extensa, pero el tema será motivo de otra entrega. Lo actual es, sin duda, la traición al candidato del PRI a la Gubernatura del Estado, José Francisco Yunes Zorrilla, a quien prometió una estrafalaria suma de votos el primero de Julio, pero que el campesino, ganadero y empresario –gracias a los millonarios contratos que recibió de la administración pasada para su empresa “Impulsora Constructora del Sur SA de CV” que le administra su hermano Julio César Molina Palacios, además de otros negocios que no viene al caso mencionar-, podría no cumplir debido a nuevos acuerdos con quienes ejercen el poder, aun cuando no se ha declarado abiertamente panista o simpatizante de Miguel Ángel Yunes Márquez, abanderado de la coalición PAN-PRD-MC a la titularidad del Poder Ejecutivo.
SE SABE que el compromiso es no hacer campaña a favor de Pepe Yunes, esto es, desaparecer pese a encabezar la lista de candidatos a diputados plurinominales, posición que al fin y al cabo ya tiene asegurada, y así lo viene haciendo. Molina Palacios desapareció, sospechosamente, del mapa político Estatal, cuando debería estar haciendo proselitismo a favor de los abanderados de su partido, sobre todo para el oriundo de Perote. Nadie sabe dónde anda en pleno proceso electoral, no obstante haber ofertado 500 mil sufragios verdes esto es, voto campesino tan necesario para afianzar el triunfo de Yunes Zorrilla, pero versiones oficiales aseguran que Juan Carlos cumple a cabalidad el acuerdo de hacerse mutis en aras de colocar sus fichas en la próxima administración si es que gana el hijo del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Por ello, nos cuentan, no se le ha visto en campaña, ni siquiera en la apertura de las tareas proselitistas del Senador con licencia ni en otros eventos que atañen al campo.
DICEN LOS que saben que en la pasada elección del 2016, hizo lo propio contra su compadre Héctor Yunes Landa que, contrario a lo que suponía, obtuvo una baja votación en la zona rural cuando el fuerte del PRI era, precisamente, el voto campesino. Por ello se dio un distanciamiento entre Yunes Landa y Molina Palacios, a tal grado que este último se pronunció en contra del primero como aspirante por segunda ocasión a la gubernatura, y en cambio organizó un encuentro de trabajadores de la tierra y dirigentes afines con Pepe Yunes, lo que molestó al padrino que buscaba repetir. Luego de eso, luchó denodadamente para ser candidato plurinominal a diputado Federal, posición que le negaron en la cúpula donde de plano le perdieron la fe, pero a base de amenazar con irse y llevarse sus canicas, finalmente le pusieron en charola de plata la diputación local plurinominal sin necesidad de hacer campaña, y uno se pregunta: si Juan Carlos Molina asegura tener el respaldo de 500 mil campesinos veracruzanos, además de ser multimillonario, ¿qué no era más propicio darle una postulación distrital o uninominal para que sumara votos en vez de regalarle la posición? La respuesta es obvia pero, la amenaza pudo más, por lo que, ahora, y en ese tenor hay otros que sin haber obtenido semejante regalo y sin posibilidades de llegar al congreso del Estado, realizan proselitismo con todo lo que tienen a favor de Pepe menos Molina.
ES EVIDENTE que Juan Carlos será diputado local, y en una de esas se apodera de la fracción priista desde donde cobrará dieta, compensación y hasta los favores prestados en caso de que gane Yunes Márquez y, lo peor es que a pesar de haber prometido votos al PRI, el partido que lo llevará al poder por vez primera en un cargo de elección popular, simple y llanamente se cruzó de brazos, olvidando compromisos iniciales y asumiendo otros, que al fin y al cabo, bien lo decía el escritor estadounidense, Charles Bukowski, símbolo del “realismo sucio”: “La civilización es una causa perdida; la política, una absurda mentira y el trabajo, un chiste cruel”.
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CUANDO ALGUIEN quiere causar temor con información falsa o exagerada, sin que haya causa justificada para ello, se dice que quiere “asustar con el petate del muerto” y eso, al parecer, es lo que intenta la Fiscalía General del Estado en el caso de la señora María Virginia Yazmín Tubilla, madre de Karime Macías Tubilla y suegra del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, actualmente preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México. Y es que de acuerdo al Sub Procurador de Justicia, Jorge Yunis Manzanares, aún no existe orden de aprehensión en contra de la aludida; si la hubiera, el juez daría entrada al estudio del amparo solicitado para ver si lo concede o no, y por eso negaron la orden. Y es que dice el experto que si se promueve una suspensión ante un Juez de Distrito, éste solicita informes ante un juzgado o Juez de Control, y si no hay orden de aprehensión en contra de esa persona, por lógica se tiene que negar. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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