No es fácil hablar de honestidad y presumirla, pues para hacerlo se tendría que probar que esa persona se maneja en ese parámetro, por lo mismo, es paradigmático el caso del candidato presidencial “Juntos haremos historia”, Andrés Manuel López Obrador, cuando en un país, que como México, ocupa uno de los primeros lugares en el mundo como la nación más corrupta, alguien pueda hacer , aún con displicencia, que es digno que así se le considere.
Ese bien ganado sitio de deshonestidad de este país es en verdad asombroso y lo peor es que cada día se corrobora, en forma espeluznante, pues donde se ponga un dedo brota pus, por lo mismo, es sorprendente que un grupo de empresarios, coaligados en sus organismos gremiales , hagan un escándalo, innecesario,- porque nadie se los creen que son impolutos y que sus grandes riquezas provienen del trabajo ”fecundo y creador”- pues como se afirma y no sin razón, que no se cree que no tenga escondido un pecadillo.
La expresión o expresiones del candidato presidencial no fue manera general, sino que digo nombre de quienes tienen secuestrada a las instituciones, sin embargo, se tomó tan a pecho por los líderes de esa cúpula, cuando lo decente y prudente, era que los señalados dieran la cara y enfrentaran los cuestionamientos.
Dice el dicho vulgar o popular “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces “, o el que nada debe , nada teme, por lo mismo, con su actuar vitriólico se confirma que es mucho lo que esconden, porque lo que se precisa es que el gobierno que sustituya a Peña Nieto,- si es López Obrador-, se acabará la corrupción, se revertirán las concesiones que son contrarias al país, que no habrá “moches “ de los diputados y senadores, que los conflictos de interés quedaran sepultados y que primero será la patria, es decir, , se quiere un nuevo amanecer, en que, se ataque la indigencia y se modere la opulencia, porque don existe sesenta millones de miserables, no puede existir tranquilidad para nadie.
Ahora bien, los que se sientan ofendidos o dañados en su gran honestidad , es muy fácil desligarse o constatar lo contrario, con solo dar a conocer su patrimonio y - no ponerse el saco o amarrarse el dedo-, pues con dar a conocer sus declaraciones fiscales , las nóminas de quienes trabajan para que ellos acumulen riquezas y si el nivel de éstos,- ante los éxitos de sus patrones- , al menos permitir observar que tienen una vida holgada, porque, si se aparece en una lista de los grandes ricos del mundo, es porque en realidad se confirma en los hechos que no provienen de la confabulación con el gobierno, mediante contratos producto del tráfico de o influencia y no que son producto de sinvergüenzadas.
Por lo anterior , viene a cuento algo que puede identificarnos, pues cuando el ideólogo de la revolución Luis Cabrera acusó al secretario de Hacienda de ser un ladrón, por su ostensible riqueza, el escándalo fue tal que llegó a una demanda por difamación- ahora se llama daño moral- y en carta abierta, el creador de la ley agraria del 6 de enero, en una cuantas líneas, le respondió, de manera muy sencilla , pero clara: “te acuso de ladrón, no de pendejo”, así es , toda proporción guardada, los empresarios deben dedicarse a hacer , lo que saben, hacer negocios pero ya no al amparo de influencias en el gobierno, por lo mismo se les advierte que el país, ser no será más
nido de ladrones ni bandidos y lo que se haya hecho mal, será revisado y se hará justicia, que es la única forma de acabar con la corrupción.
Las cosas son tan claras que no hay necesidad de enturbiar el agua, a riesgo de polarizar el país, pues los firmantes del despegado no incluye a los pequeños empresarios sino a los tiburones que devoran las sardinas en la peor impunidad, que tendrá que acabarse, es decir, se acabará la corrupción cuando se congelen los privilegios de esas minorías voraces y en tanto, Peña Nieto , ante el desastre de su candidato Meade, tiene que buscar una salida y empezó por destituir al aparente líder de su partido y nombrar a un ex gobernador que solo es experto en las maniobras para el engaño y el fraude, y tratar de impedir, a toda costa que se llegue a un cambio profundo en el país, y que las instituciones mantengan su debilidad para no extirpar el cáncer de la impunidad y la corrupción. limacobos@hotmail.com
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