NO SE debe generalizar en torno a la corrupción, porque no todos los que militan en el PRI –PAN, PRD, MoReNa o cualquier otro partido- son corruptos, aunque esa percepción se tenga del “tricolor”, verbigracia a los gobiernos estatales que antecedieron al actual. Y aun cuando es injusto medir a todos con el mismo racero por la irresponsabilidad de algunos malos militantes –que ya pagan sus faltas en la cárcel-, lo inconcebible es que el instituto político en el poder haya usado ese argumento para ganar la elección estatal de 2016, y ahora tenga en sus filas a quienes criticaba y prometió llevar a prisión, aun cuando la conveniencia política les obligue a recibir esos cascajos. Porque si algo queda claro es que el actual gobierno, en campaña, argumentó que el Revolucionario Institucional y sus aliados eran una recua de corruptos y que, por lo tanto, los llevaría a la cárcel, algo que ha sucedido a medias ya que infinidad de aquellos denostados en su tiempo ahora forman parte de las filas de la coalición de “Por Veracruz al Frente”, entre otros, el dirigente (in) moral de Vía Veracruzana, Felipe Amadeo Flores Espinosa -de quien las madres de desaparecidos exigen sea investigado por desaparición forzada, lo que seguramente, ya no ocurrirá-, o de ex aliados como Renato Tronco Gómez, alguna vez acusado por la presunta autoría intelectual del asesinato de un regidor de su comuna cuando fue alcalde de Las Choapas o, incluso, de Alfredo Tress Jiménez (dirigente del desaparecido Partido Alternativa Veracruzana, AVE), uno de los principales beneficiados por el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, o el sobrino del ex gobernador Fidel Herrera, Jorge Herrera Alor, y como ellos decenas que ante el miedo de quedar desamparados y a expensas de la ley, se han sumado al proyecto de Miguel Ángel Yunes Márquez que hasta hace poco los llamaba corruptos e inmorales y amenazaba con llevarlos a prisión.
Y EN la lista de nuevos asilados en la cuadra Yunes Márquez –que prometió tener en su pesebre a puro inmaculado y hasta casi nos convence por vida de Dios-, se encuentra el ex alcalde de Misantla, Efrén Meza Ruiz, a quien el Presidente Municipal en funciones, Othón Hernández Candanedo del propio PAN-PRD acaba de denunciar ante la Fiscalía del Estado por un presunto desvío superior a 26 millones de pesos correspondiente al ejercicio fiscal 2017, lo mismo que el ex munícipe de Banderilla, Esteban Acosta Lagunes, igualmente, indagado por su sucesor, y a quienes, seguramente, les perdonarán los yerros a cambio del respaldo que ahora brindan a la coalición Por Veracruz al Frente en todos sentidos. Ambos ex alcaldes son de Alternativa Veracruzana, y el par es señalado por desvío de recursos. Otro duartista en las filas yunimarquiztas es, qué duda, Ricardo Barreda Vázquez, ex Tesorero del Ayuntamiento de Córdoba y protegido del empresario Guillermo Rivas Díaz, aunque su principal activo es ser sobrino de Gerardo Buganza Salmerón que, paralelamente, perteneció un tiempo a la cuadra de Javier Duarte de Ochoa, ahora en prisión por delitos cometidos en contra de las arcas del Estado y abusos de poder que marcaron su administración como la más corrupta y represiva del País, y qué decir de Ricardo García Guzmán y sus hijos llamados alguna vez por el gobernante en turno “tapadera de Duarte”.
UNO CONCIBE la política como la función más noble a la que se puede dedicar el hombre, porque en palabras doctas, es la ciencia que se refiere al gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los Estados, o lo que es lo mismo, la actividad que concierne a los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o País, y acaso por eso causa repulsión que los hombres -y no los partidos políticos-, la estén convirtiendo en un negocio donde lo que menos interesa es el bien común sino el triunfo al precio que fuere, incluso, amnistiando o perdonando a pillos de siete suelas, como está ocurriendo ahora con el Frente por Veracruz que acepta cualquier clase de desperdicio, cuando su lema era acabar con la corrupción combatiéndola en todos los frentes, y no perdonando a quienes hacen de la traición e ingratitud una forma de vida solo para salvar sus aviesos intereses.
Y ESO que está ocurriendo en Veracruz, se replica en el Movimiento de Regeneración Nacional tanto en el ámbito estatal como en el federal con la inclusión de personajes marcados por la sociedad como secuestradores y corruptos, entre otros, la llamada comandante Nestora Salgado y Napoleón Gómez Urrutia, ahora inscritos en la lista plurinominal como futuros legisladores o, incluso, Marcelo Ebrard y la “línea 12 del metro” con fallas que costó al actual gobierno capitalino una millonada reconstruirla. Son hombres y mujeres que no deberían formar parte, nunca más, del gobierno, y que, sin embargo, tras pactar acuerdos, incluso, financieros, tienen las puertas abiertas para seguir sangrando y lastimando a la Nación.
POR ELLO en Veracruz, el candidato del PRI-Partido Verde a la gubernatura, José Francisco Yunes Zorrilla no debe dejarse seducir por duartistas que se acercan en busca de protección, y que más que ayudar, le estorban a su proyecto que ya de por sí, sin deberla, carga sobre sus espaldas la pesada losa de un duartismo corrupto, torturador y asesino, y acaso por ello, por más que le ofrezcan, debe sacudirse a sujetos como Harry Grappa que busca ser coordinador de campaña en su distrito, y otros muchos que lo merodean en busca de un padrinazgo, entre otros Jorge Carvallo Delfín, Erick Lagos Hernández, Juan Manuel del Castillo, Vicente Benítez o Alberto Silva Ramos que prometen lo que ya no podrán cumplir. En fin, esto de la política se volvió un “emesis”, que en palabras médicas es la expulsión violenta y espasmódica del contenido multi alimentario del estómago a través de la boca, vulgo, vomitada, donde caben todos los ingredientes aunque al final causen daño. Vaya caso…
HONOR A quienes honor merecen: la concurrencia a la apertura de campaña de José Francisco Yunes Zorrilla en el Campo Ánimas de Perote, donde más de 30 mil seguidores se apersonaron por su propio pie, ya que no había ni camiones para acarreados ni despensas o “tarjetas Chedraui”, tiene nombre y apellido, y se debe, sin duda, al buen papel que como alcalde de Perote realiza el destacado médico Juan Francisco Hervert Prado que, a decir verdad, ha transformado la cabecera municipal en una ciudad limpia, con policías atentos y bien vestidos, y ha ordenado obra pública en comunidades que más lo necesitan. La gente habla bien del galeno por su labor altruista de toda la vida, lo que le permitió ganar la elección pese a las traiciones palaciegas, mientras que en Boca del Río mucho tiene que ver el bien querido munícipe Humberto Alonso Morelli, hombre caballeroso que arrancó a tambor batiente un millonario paquete de infraestructuras en colonias populares. Alonso Morelli y Hervert Prado cuentan con un don indiscutible: atienden a todos, incluso, vía telefónica, lo que les convierte en autoridades con enorme porcentaje de aceptación. Bien por ambos. OPINA carjesus30@hotmail.com
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