LA DESAPARICIÓN de cinco jóvenes de Playa Vicente durante su paso por Tierra Blanca, en Enero de 2016, y la posterior detención del delegado de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en aquel municipio, Marcos Conde Hernández –con antecedentes de desapariciones en Cardel- y de varios elementos policíacos, entre otros, Otoniel Cruz Linares como presuntos responsables del “levantón” y entrega de los muchachos a un grupo fuera de la ley que los interrogó, torturó, asesinó y diluyó en ácido, ha sido, sin duda, el acontecimiento que destapó la “cloaca” al interior de los cuerpos policíacos de la Entidad –aunque, aclaramos, hay policías buenos y decentes entregados a su oficio-, que lo mismo están incrustados en la ministerial, estatales preventivos y municipales, y el caso más reciente es, acaso, el secuestro de un joven perpetrado en Actopan por elementos policíacos del municipio panista de Naolinco, hechos por el que fueron detenidos y llevados ante un juez 9 uniformados que acaso no es la primera vez que participan en hechos como esos. Lo curioso es que, a conveniencia, ya que se trata de tiempos electorales, la aprehensión de los presuntos culpables trató de mantenerse oculta, y fue gracias a vecinos que no comulgan con el PAN que se supo del acontecimiento, sobre todo, porque dicen, “ya estamos hasta la mad…de tanta arbitrariedad solapada por el alcalde” Roberto Reyes que, para variar, se queja de la inseguridad cuando tiene a los enemigos en casa. En suma, aunque después se diga lo contrario, altos mandos de la procuración de justicia pretendían ocultar ese hecho por conveniencia, lo que no abona a la seguridad de los gobernados y si a proyectos políticos personalísimos.
Y NO exageramos en torno a la corrupción policial: 19 policías y altos mandos, entre otros, el ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, y el ex director de Prevención y Reinserción Social, José Óscar Sánchez Tirado, son procesados, actualmente, por desaparición forzada de personas, y aunque existen casos en donde el tema responde más a impulsos políticos y venganzas palaciegas, lo cierto es que la actuación de malos elementos ha sido evidente y sigue expresándose en todos los rumbos de la Entidad, y el mal ejemplo cunde desde las propias oficinas centrales. Hace unos días, con motivo del Día del Policía, un grupo de uniformados –cuyo nombre resguardamos porque tienen justificado temor a ser reprimidos-, contaban una serie de atropellos cometidos desde la Dirección de Asuntos Internos, a cargo de Xóchitl Torres Yeekoon, “quien en conjunto con Martha Urcid Velázquez, Subdirectora de esa área, se dedican a hostigar al grado de amenazarnos pistola en mano y apuntándonos a la cabeza para que firmemos nuestra renuncia; lo peor se da cuando nos negamos y nos amenazan diciendo que tenemos familia e hijos y que por nuestro bien lo hagamos ya que los tienen ubicados, y en su desesperación por no lograr su cometido piden de 10 a 15 mil pesos para dejarnos en paz y no continuar la investigación”. La carta es dirigida, también, al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, a quien reprochan el nombramiento de esas personas que han impuesto una “verdadera época de terror bajo el mando del tan odiado Silvestre Gasca Medina, siguiendo el viejo estilo de trabajo”. Tampoco entendemos, se preguntan, qué hace Martha Urcid Velázquez siendo licenciada en Publicidad y Relaciones Publicas en el área de asuntos internos, señalada de actos de corrupción a su paso como subdirectora en el gobierno de Javier Duarte, además de ser mencionada en actos ilícitos relacionados con los penales de Villa Aldama y Pacho Viejo.
LA MISIVA es extensa y puede ser leída en cartas a la redacción del portal www.gobernantes.com y en otros portales del Estado, pero más allá de ello, queda claro que las cosas no marchan bien en la Secretaría de Seguridad Pública, y lo peor es que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares no quiere aceptar la renuncia del abogado Jaime Ignacio Téllez Marié que, incluso, ha llorado ante reporteros porque no le da tiempo de estar con su familia debido a la carga de trabajo que le imponen. Según Bernardo Marín Fernández, especialista en medicina física y educación del deporte, el cansancio provoca una disminución del rendimiento, además de que la fatiga puede ocasionar desde hipersensibilidad en el sistema nervioso, dolores localizados en músculos determinados, además del Síndrome de Burnout, que es un trastorno asociado al estrés laboral y al estilo de vida de los trabajadores; tiene como síntomas el nerviosismo y el insomnio, principalmente. Si empeora puede llevar a la ansiedad o a la depresión, pero en Veracruz no solo Téllez Marie está cansado; también lo están los policías que aún quedan, los cuales son obligados a trabajar hasta 48 horas seguidas sin descanso, lo que altera, sin duda, el estado de ánimo y podría tornarlos agresivos. Y es que cientos de uniformados han preferido renunciar que hacer el trabajo de 3 o 4 elementos ante la escasez de garantes de la seguridad que enfrenta la Secretaría del ramo. Y uno se pregunta: ¿Por qué Yunes no deja descansar a Téllez Marie pese a que llora en público y clama por un espacio que le permita convivir con los suyos? ¿Es castigo o, simple y llanamente, no tiene a nadie que lo supla? Porque a decir verdad, así, aunque quiera, el hombre ya no produce como debiera y podría sufrir en el futuro hasta disfunción eréctil e infertilidad.
PERO VOLVIENDO al tema inicial, ya son infinidad de acontecimientos en los que se ven inmiscuidos malos policías, como el caso de la desaparición de tres jóvenes papantecos identificados como Noé Martínez, Alberto Uriel Pérez y Luis Humberto Morales, en 2016, y por lo cual, un juez condenó a 30 años de cárcel a ocho elementos municipales por desaparición forzada en complicidad con un grupo fuera de la ley. En Córdoba un jefe policíaco y cinco subordinados fueron detenidos por haber aprehendido a un joven de Ixtaczoquitlán en Febrero de este año, y cuyo cuerpo con huellas de tortura apareció flotando, posteriormente, en un río, y son muchos casos donde, además de la desaparición forzada, como ocurrió recientemente en el puerto de Veracruz, se criminaliza a las víctimas.
NO ES secreto que una de las principales promesas del, ahora, gobernador Miguel Ángel Yunes fue devolver la tranquilidad a la Entidad en seis meses, algo que no ha ocurrido y que, seguramente, no ocurrirá en su bienio, sobre todo porque los tiempos electorales le mantienen distraído en impulsar a su hijo, sin embargo, si ha exigido a los gobiernos municipales que coadyuven en la formación de su propia policía para que no le dejen toda la responsabilidad al Estado, pero ni siquiera esa demanda ha surtido efecto, y acaso el Congreso debe ordenar sanciones contra munícipes incumplidos ya que la situación, se quiera o no aceptar, ya es insostenible, y en cualquier momento, ante tanta y semejante arbitraridad, Fuente Ovejuna se rebela. Así de simple…OPINA carjesus30@hotmail.com
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