SALVO EL caso de Raúl Salinas Lozano –ex Senador de la República, ex Embajador en la Unión Soviética, ex Secretario de Industria y Comercio con el Presidente Adolfo López Mateos y aspirante fallido a la candidatura presidencial del PRI-, en pocos episodios de la política nacional los hijos políticos superan el quehacer de los padres, y el que estuvo más cerca de alcanzar la primera magistratura del país ha sido, sin duda, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano –pero lo dejaron en el camino-, aunque difícilmente habría superado al general Lázaro Cárdenas del Río. Pareciera una maldición que, en el ámbito de las Entidades, sin embargo, no surtió efectos, ya que en el Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, actual gobernador es hijo del ex gobernador Alfredo del Mazo González y, por si fuera poco, nieto de Alfredo del Mazo Vélez, también ex mandatario priista del Edomex. En Guerrero han hecho su agosto los “Rubenes” Figueroa Figueroa y Figueroa Alcocer, padre e hijo, y más recientemente, José Murat Casab y su descendiente directo, Alejandro Murat Hinojosa que, para variar, no era oaxaqueño de nacimiento sino del Estado de México donde ocupó cargos de alta responsabilidad en el Instituto de la Función Registral de aquella Entidad; en el Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, y hasta antes de ser candidato a gobernador tenía una patente para ejercer como notario público, por supuesto, en el Edomex. En el 2012, fue designado Director General del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores por Enrique Peña Nieto, cargo en el que se mantuvo hasta que le llegó la cuestionada postulación para gobernar a los oaxaqueños, tierra que ha dado a prohombres como los ex Presidentes Benito Juárez García y Porfirio Díaz Mori (héroe de la guerra de intervención en 1862), José Vasconcelos, el impulsor de la educación y la cultura; los hermanos Flores Magón a quienes se atribuye el impulso de la Revolución mediante su periódico Regeneración; el laureado escritor Andrés Henestrosa, los inmortales pintores Rufino Tamayo y Francisco Toledo (este último aún vivo); deportistas como el beisbolista Vinicio Castilla y cantantes, actores, en fin, tierra productiva de talento aunque muy olvidada.
EN EL caso de Oaxaca, los Murat dejaron pasar un tiempo para que el descendiente sucediera al jefe del clan, ya que el primero ejerció del 1 de Diciembre de 1998 al 30 de Noviembre de 2004, mientras que el hijo, Alejandro Murat asumió apenas el 1 de Diciembre de 2016; respecto a los guerrerenses Rubén Figueroa Figuera, este gobernó del 1 de Abril de 1975 al 31 de Marzo de 1981, siendo el sucesor Alejandro Cervantes Delgado, mientras que su hijo Rubén Figueroa Alcocer (no se sabe quién fue el mejor porque los dos fueron peores) ocupó la gubernatura del 1 de Abril de 1993 al 12 de Marzo de 1996, esto es, 12 años después que el padre. Con los Del Mazo la distancia entre parientes gobernadores es mucho mayor.
BAJA CALIFORNIA Sur se inscribe en el mismo tema; el actual gobernador panista Carlos Mendoza Davis asumió el cargo en 2015, mientras que su papá, Ángel Mendoza Arámburo -que falleció en 2014- gobernó de 1975 a 1981 con el PRI. Ángel Mendoza fue el primer gobernador electo de esa Entidad que antes se llamaba Territorio Sur de Baja California, y se le asignaba un dirigente designado por el Presidente de la República. En Nayarit ocurre un hecho similar; Antonio Echevarría García es el gobernador desde Septiembre de 2017, y es hijo del ex gobernador Antonio Echevarría Domínguez y de la senadora Martha Elena García. Antes de ser gobernador no ocupó ningún cargo como servidor público y lo separan 18 años del mandato de su papá, mientras que el caso Chiapas es diferente, ya que el actual gobernador Manuel Velasco Coello –quien ocupa el cargo desde el 8 de Diciembre de 2012- es nieto del ex gobernador Manuel Velasco Suárez que gobernó aquella Entidad de 1970 a 1976 de la mano del PRI. Su carrera profesional fue la medicina y en este ámbito su mayor logro fue la fundación del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, en 1952, el cual lleva su nombre desde 1989.
VERACRUZ, DE ganar la gubernatura el candidato de la alianza “Por Veracruz al Frente”, Miguel Ángel Yunes Márquez, sería el primer caso muy cercano a una reelección, ya que el ex alcalde boqueño estaría sucediendo a su padre Miguel Ángel Yunes Linares –que estaría al frente del Estado dos años-, lo que acaso siente un mal precedente para la política nacional en la que los padres “heredan” –porque no puede llamarse de otra manera- el poder a los hijos, sometiendo a los gobernados a una larga cadena de mando en manos de una sola familia, algo que no es sano para la democracia por más que se trate de demostrar que el ex munícipe de Boca del Río se la merece por haber hecho un innegable buen trabajo, aunque comparar al Estado con ese municipio que solo muestra un rostro maquillado, no así el cuerpo deteriorado, sería una necedad. Boca del Río no es el Estado de Veracruz y los conflictos que le acometen, entre otros la inseguridad, desempleo, pobreza, marginación, violencia –en todos los órdenes-, algo en lo que no tiene experiencia el aspirante panperredista, o por lo menos tienen mucho menos que su padre, y basta ver cómo le ha ido a los veracruzanos.
ES INDISCUTIBLE que desde tiempos remotos la tradición de heredar algún tipo de poder entre padres e hijos para perdurar grandes y antiguos legados familiares ha existido. Las más importantes dinastías nacieron de ese modo, y no es ninguna novedad intentar que todo quede en familia; desde reyes, gobernantes o empresarios que buscan multiplicar su fortuna, aunque esto suele ocurrir, primordialmente, en la realeza, pero el caso Yunes Linares-Yunes Márquez (padre e hijo) sería el primero en el país en heredarse el puesto, lo que para la oposición es una afrenta, pero para los gobernantes en turno una oportunidad de mantenerse en el poder por tiempo indefinido, lo que podría ser sano o no para la vida democrática de la Nación y el Estado, pero es indiscutible que para la familia en el poder es oro molido.
NO SABEMOS si en caso de ganar, Yunes Márquez haría un buen gobierno, pero lo indiscutible es que se inscribe entre los punteros a la gubernatura, y como fuera es el pueblo el que decide quien gobierna y quienes no, aun cuando mejores perfiles pudieran quedarse en el camino por rencores ajenos engendrados por otros ex gobernantes. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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