Adoctrinados desde antes de nacer -en casi todos los sentidos- para que de esa forma veamos la vida como les conviene a algunos vivales; el prometer lo que se sabe que no se va a cumplir, es solo una parte de la vida. La otra parte es cuando se les sigue el rollo a los que se pasan de listos, a sabiendas de que todo es una farsa…
En un inentendible juego donde todos se engañan a sí mismos; y por ende creen que también engañan a los demás. El ejemplo más claro son los que prometen un imponderable como el cielo o el infierno; cuando no saben ni dónde queda…
O como los políticos oficialistas de “Todos contra “El Peje”, que se dicen alarmados porque se va a echar para atrás la reformas energética y educativa. Cuando lo cierto es que todo es un show por ambas partes, que perfectamente saben, o debieran saber, que para reformar la Constitución -pues las citadas reformas ya son parte de la Constitución- se requiere mucho más que la voluntad del Ejecutivo. Discusiones sin sentido…
Hasta a Trump lo han frenado sus propios compañeros republicanos en El Capitolio. Ya no se diga de cualquier juez del Poder Judicial; pues ya van varias veces que lo paran en seco en sus orates intenciones…
Pero como ya flota en el ambiente la inminente derrota de todos a manos de López Obrador, los salientes y sus socios se aprestan a volcar sus esfuerzos con la finalidad de conseguir la mayoría en el Congreso y así poder cumplir su misión de bloquear todo lo que les afecte a los oligarcas…
A todo esto, se desconoce cómo es que va a hacer el oficialismo para que Meade remonte en las preferencias y gane la elección. ¡Vaya paquete! Y menos ahora que el INE, tratando aparentemente de recuperar la confianza de los ciudadanos, se ha puesto firme…
Y ha decretado, siempre acorde a las normas constitucionales, que durante las campañas no se podrán difundir los logros del gobierno, ni de obra pública, ni convencer o justificar beneficios de una administración en los tres niveles de gobierno. Debiéndose limitar a mencionar a la Institución. ¡Tómala! directo a Peña Nieto.
Pero hay más…
Los candidatos no pueden aparecer en spots autorizados como propaganda electoral. Y nada de transmisiones en las que se mencione a algún funcionario público. Y por si fuera poco, no se permitirá la exaltación, promoción o justificación de ningún programa de gobierno…
Algunos podrán opinar que eso está muy bien y que don Lorenzo INE por fin ha asumido su papel. Pues Peña Nieto está desatado echándole lodo a AMLO. Y dándose baños de pureza con una campaña que acabará convenciendo a muchos de la excelencia de su gobierno. Pero si bien la campaña en buena, lo mismo y se le puede revertir…
La gente está muy enojada y no quiere saber nada de logros en medio de tanta corrupción. La total ausencia de credibilidad hacia el gobierno ya raya en la desconfianza, y se duda de todo lo que digan…
También cabe la posibilidad de pensar que pretenden imponer tantas condiciones en la difusión de las campañas, para mantener desinformada a la población que no sabe por quién votar y caigan víctimas de la campaña oficialista…
Que además contará con los votos duros y con los comprados por debajo de la mesa; mismos de los que no se dará cuenta el INE. Y si el asunto se lleva a juicio; igual y hasta les imponen una muta por andar de tramposos; pero nada más...
Así mismo también hay la posibilidad de anular las elecciones y repetirlas. Ya ha sucedido. Y los opositores desgastados en todos sentidos, ya no han podido dar la batalla…
Lo interesante de todo esto, será saber qué novedad van a sacar para seguir tomándonos el pelo y para apaciguar a la mayoría que se sienta defraudada después de las elecciones, en las que nadie ya creé que vayan a ser limpias.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
|
|