¿A QUIÉN culpar, ahora?: ¿A Javier Duarte y su pandilla, al Gobernador que no cesa de incriminar a quienes saquearon al Estado, a Renato Alarcón que no supo remontar el naufragio, a los “pejezombis”, a la ausencia de un discurso priista pidiendo perdón a la sociedad por los latrocinios cometidos por indeseables militantes; a Héctor y Pepe Yunes que siguieron desgastando al PRI en una contienda interna hasta que el CEN se pronunció por este último para la gubernatura o, simple y llanamente, a Américo Zúñiga Martínez que le faltó presencia en los municipios disputados el domingo durante la elección extraordinaria?. Porque alguien tiene la culpa, y si los resultados se repiten el próximo primero de Julio en la elección Federal y Estatal, nada tendría que hacer el Revolucionario Institucional, así lleve como abanderado para el Poder Ejecutivo a un hombre probo, preparado, experimentado y con ganas de servir y acabar con la mala imagen que precede al “tricolor”, ya que los resultados obtenidos en las urnas han sido terribles, catastróficos, vergonzantes. Uno esperaba que Camarón de Tejeda, por lo menos, lo ganara el Revolucionario Institucional, ya que los recientes gobiernos del PAN no han hecho nada por ese minúsculo y olvidado municipio, no así por sus bolsillos y el de sus parientes y amigos; que Emiliano Zapata fuera para el Movimiento de Regeneración Nacional –como lo fue, finalmente- debido al mal uso de despensas y otros beneficios sociales usados por panistas y perredistas para apoderarse de esa joya, y que Sayula de Alemán se le quedara al PRI por lo emblemático de su historia como la cuna del primer Presidente Civil del México posrevolucionario como lo fue Miguel Alemán Valdés.
PERO LAS cosas no fueron así: la alianza PAN-PRD se impuso en Camarón de Tejeda y Sayula de Alemán, y el Movimiento de Regeneración Nacional se quedó con Emiliano Zapata mandando al PRI al tercer sitio, algo que no es buen augurio de cara a los comicios de Julio. Hay quienes dicen que los resultados podrían ser reflejo de lo que puede pasar cuando se dispute la gubernatura y el Congreso local, y no andan muy errados si el PRI mantiene la inmovilidad que mostró en los recientes comicios. Y es que se debe ser claro: el actual dirigente Estatal viene de una alcaldía que, para colmo, ganó el Movimiento de Regeneración Nacional, y que tiene en buena medida ediles panistas y perredistas que investigan hasta el último centavo administrado por Zúñiga Martínez, lo que va desde la nómina institucional hasta la personal, esto es, aquella con la que solía beneficiar a sus cercanos y cercanas, lo que ha dado pie a diversas acusaciones, y tal parece que al dirigente priista ese pasado le pesa, pues lejos de ser el líder contestatario montado en la oposición, se ha tornado silencioso y casi hermético.
LO DICEN los propios priistas de Coatzacoalcos, Minatitlán, Los Tuxtlas, la cuenca del Papaloapan, Córdoba, Orizaba y el norte del Estado, léanse Pánuco, Tuxpan, Poza Rica y Papantla por solo mencionar algunos ¿Américo? Por estos rumbos no ha venido ni hemos sido atendidos en la sede de nuestro partido. Y eso no es bueno para un instituto que está en tercer lugar en la preferencia ciudadana gracias al rencor social natural o inducido contra el ex Gobernador Javier Duarte, su pandilla encarcelada y la que, todavía, goza de cabal salud. Nadie lo ignora: el PRI tiene al mejor abanderado en el peor partido, hoy día, gracias a la herencia de Fidel Herrera y a los buenos oficios de los propios priistas que no han sabido defender a su partido, por el contrario, se la pasan despotricando de éste, acaso con la esperanza de ser llamados por el PAN-PRD o MoReNa.
EL PAN, por otra parte, debe entender que el reparto mensual de despensas y los apoyos de programas en especie que llegaron en las últimas semanas a las comunidades de Emiliano Zapata, como mobiliario escolar, arranques de obra y jornadas de salud, entre otros, simple y llanamente no funcionan en una sociedad harta de semejante simulación, primero por el PRI y ahora por quienes tienen el poder Estatal. Esas prácticas ya no convencen a nadie, y solo encaren el voto ciudadano, y ahí están los resultados (de un mecanismo que nació en el PRI y que ahora, en el PAN se adopta). Y si bien los operadores de la coalición PAN-PRD pretendieron usar como eje de la estrategia para construir una clientela político-electoral -además de las denuncias de la compra y coacción del voto y el uso arbitrario de la fuerza pública para contener a los opositores-, esto quedó demostrado que no fue suficiente para posicionar al candidato de esa alianza en el ánimo de los votantes. En ese sentido, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, de Morena-PT-PES a la presidencia municipal, Jorge Mier Acolt (que no repartió nada), registró 9 mil 452 votos contra 6 mil 833 del abanderado de la coalición PAN-PRD, Daniel Baizabal, una diferencia de 2 mil 619 sufragios, mientras que el aspirante de la coalición PRI-PVEM, Fernando Retureta se ubicó en la tercera posición con 3 mil 40 votos. Vamos ni siquiera en una coalición con Nueva Alianza, cuyo abanderado, Benjamín Hernández logró 1 mil 816 sufragios podría haber ganado el PRI.
EN SAYULA de Alemán, la coalición PAN-PRD obtuvo el triunfo con 8 mil 485 votos contra 6 mil 616 del candidato del PRI-PVEM, y en Camarón de Tejeda se impuso con una votación de 2 mil 171 sufragios contra 1 mil 730 del candidato del PRI-PVEM, algo que, de ninguna manera puede pasar desapercibido por los operadores del PRI, ya que de otra manera se estaría llevando a José Francisco Yunes Zorrilla al precipicio. Es indiscutible que Pepe Yunes debe cambiar de estrategia; buscar entre panistas, perredistas y hasta morenos vetas no explotadas por esos partidos, que las hay, sobre todo tras la postulación de candidatos a diputados Federales y Senadores, en donde excluyeron a infinidad de militantes que ahora trinan contra sus antiguos institutos y dirigentes. Y es que seguir haciendo campaña entre priistas (solo para la foto tumultuosa) no lleva a nada; es perder el tiempo ya que, se supone, los priistas sufragarán por el PRI; son el voto duro, mientras que panistas, morenistas y perredistas molestos contra sus dirigentes andan en busca de cobijo. Lo lamentable es que el PRI ya repartió candidaturas entre el mismo grupúsculo sin dar oportunidad a representantes de la sociedad civil, digamos que a gente ligada al clero, a dirigentes de grupos lésbico-gay, a mujeres que buscan a sus desaparecidos, y toda esa gama de luchadores sociales que necesita un espacio de expresión. Lástima, y ojalá en el Estado no ocurra lo mismo que ha sucedido en la cúpula, porque sería en perjuicio de Pepe Yunes. Así las cosas. OPINA carjesus30@hotmail.com
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