POCOS LO han notado, pero hasta el momento ningún Gobernador de filiación panista ha salido en defensa del candidato de Acción Nacional a la Presidencia, Ricardo Anaya Cortez, como si temieran que las acusaciones contra el queretano -por lavado de dinero y operaciones con recursos de dudosa procedencia- pudieran embarrarlos o, en el peor de los casos, que la Procuraduría General de la República les reactive algún asunto pendiente. Hay como un silencio sepulcral que el propio Anaya decidió romper este domingo al presentarse a las oficinas alternas de la PGR donde entregó un documento dirigido al encargado de despacho, Alberto Elías Beltrán, en el que asegura que esa institución “se ha prestado a la guerra sucia del PRI” para perjudicarlo, por lo que exige que le informen si luego de 5 meses de investigación, finalmente encontraron alguna conducta indebida de su parte. Pero al panista no lo acompañaron sus huestes, en este caso, gobernadores, senadores, diputados federales y locales pese a ser su cumpleaños número 39, y solo acudió acuerpado por el llamado “jefe” Diego Fernández de Cevallos; Santiago Creel; el dirigente nacional, Damián Zepeda, y el líder de Movimiento Ciudadano, Dante Alfonso Delgado Rannauro, que se ha convertido en una especie de chile de todos los moles, así como de alrededor de 500 panistas que la noche del sábado fueron convocados. Pero de la plana mayor, ninguno. Vamos, ni siquiera sus aliados del PRD hicieron acto de presencia aunque sea para simular que acudían a felicitarlo por su onomástico. Lo peor es que Anaya, pese a ser invitado hasta en tres ocasiones a declarar este domingo ante la subprocuraduría especializada en delincuencia organizada sobre lo que a derecho convenga, se negó y solo entregó el documento.
Y DICEN los que saben que Anaya –en su “absoluta” soberbia- ni siquiera pensaba presentarse ante la PGR, a no ser porque el diario británico Financial Times le dedicó una parte de su portada en la que asegura que “el candidato del PAN, PRD y MC a la presidencia vio desplomarse su campaña ante acusaciones relacionadas con lavado de dinero, y la ridiculización en redes sociales al tratar de poner en marcha un vehículo” y agrega el reportero Jude Webber en la publicación: “Mexico’s elections: corruption confusión”: “Ricardo Anaya, jefe de una improbable coalición de derecha-izquierda vio cómo se estancó su campaña la semana pasada” tras ser perseguido por acusaciones de que podría estar involucrado en lavado de dinero relacionado con la venta de una propiedad industrial por parte de una empresa perteneciente a su familia. “Manuel Barreiro Castañeda, presunto lavador de dinero de Ricardo Anaya –señala el diario británico-, está detenido pero un juez impidió que la PGR lo pueda traer, (pues) si viene a México, tendrá que hablar sobre todos los negocios que hizo para el candidato del PAN a la presidencia que se ha dado vida de millonario, sin ser millonario”, y esto ocurre apenas unas horas después de que otro semanario británico, The Economist, uno de los más influyentes entre los inversionistas y analistas económicos del mundo dio un espaldarazo al joven maravilla al citar en su editorial: “tiene las agallas para desafiar tanto a Andrés Manuel López Obrador, un populista mesiánico, como a la maquinaria política del PRI”, aunque dejó en claro algo que comienza a trascender en el País: “Ricardo Anaya es tan osado como despiadadamente ambicioso… Es quien ofrece la mejor esperanza de derrotar a AMLO. Sólo tiene 38 años. Con el pelo cortado y los anteojos, parece un fanático de escuela. Es un debatiente y un operador político formidable”.
DICEN LOS expertos que, en efecto, Anaya sufrió un desplome en aceptación tras las acusaciones vertidas en su contra, porque le faltó madurez al no presentarse de inmediato ante la PGR –a diferencia de la titular de Sedatu, Rosario Robles- para exigir que se esclareciera su situación, bajo el entendido de que si nada debe, nada debió temer. El propio Juan Miguel Alcántara Soria, Subprocurador panista de la PGR en el gobierno de Felipe Calderón le recomendó “ponerse a disposición de la PGR para aclarar cualquier línea de investigación que tenga abierta”, y en ese sentido “tanto Anaya como la PGR debieron dar explicaciones para evitar lecturas que, aun de buena fe, pueden ser incorrectas”. El experto en derecho no evade, sin embargo, reconocer que “la militancia panista del País está marginada, despreciada y resentida, porque existe un solo centro de definición de candidaturas que son Ricardo Anaya junto con Santiago Creel, Damián Zepeda y Marko Cortés, lo que va a provocar que muchos hagan campaña de brazos caídos o se vayan a otros partidos políticos”. El hombre que ha sido dos veces diputado Federal sostiene que en este proceso se tiró a la basura la cultura democrática del PAN, y aunque cree que aun así tienen oportunidad de ganar la elección presidencial, “porque José Antonio Meade es un buen gerente, pero no candidato presidencial, y Andrés Manuel López Obrador genera desconfianza”, reitera que Anaya se ha mostrado lento de reflejos para hacer un control de daños en relación con los señalamientos de lavado de dinero que hay en su contra, y aunque este domingo tomó al toro por los cuernos, podría ser demasiado tarde.
Y ES que el ex subprocurador general de la República recuerda que de tiempo atrás, Javier Corral, en la campaña por la presidencia de ese partido, señaló que Anaya tenía cuestionamientos muy serios formulados por miembros del propio PAN en Querétaro, cuando fue secretario particular del gobernador Francisco Garrido. Se le cuestionaba, desde entonces, sobre el manejo de un fondo en temas de desarrollo social de miles de millones de pesos que nunca fue suficientemente aclarado. También está la imputación de terrenos adquiridos alrededor del Centro de las Artes del Estado y otras situaciones “pero quizá por soberbia Ricardo Anaya siempre las ha despreciado y pateado hacia adelante. Es probable que Creel le haya recomendado cautela, dice, pero las circunstancias del proceso electoral federal actual llevarían a mostrar mejores reflejos para tratar de tener un control de daños mucho más oportuno. Y aunque señala que el candidato presidencial panista es un hombre inteligente, “su problema es la falta de brújula ética, y que la gente como él tiene la perspectiva de la soberbia, de la intolerancia y de la incapacidad para bajarse y buscar acuerdos.
POR LO pronto, los Gobernadores, aun los cinco que le han seguido ciegamente: Francisco Vega, de Baja California; Miguel Márquez, de Guanajuato; Javier Corral, de Chihuahua; Antonio Echevarría, de Nayarit, y Miguel Ángel Yunes, de Veracruz, no pudieron –o no quisieron- acompañarlo- a la PGR, y del resto (Francisco Domínguez, Querétaro; Antonio Gali, Puebla; Francisco García, Tamaulipas; Carlos Mendoza, BCS; Martín Orozco, Aguascalientes; José Rosas, Durango; y Carlos Joaquín, de Quintana Roo, ya se sabe que lo mastican pero no lo tragan. A ver si esta semana el PRI –o en plena campaña- no saca otras cositas que termine de derribarlo antes de que la quijada se le torne dura. Sin duda, un mensaje para analizarse. OPINA carjesus30@hotmail.com
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