ES INDISCUTIBLE que de cara a la elección de Gobernador el próximo primero de Julio, solo dos aspirantes reúnen experiencia de Gobierno tanto política como administrativamente, al haberse desempeñado como alcaldes y legisladores o haber ejercido otros cargos inherentes y, en el mejor de los casos contar con instrucción académica que les permita ejercer una buena administración. Se trata de José Francisco Yunes Zorrilla que ha sido Presidente Municipal de su natal Perote en el periodo 1998-2000; Diputado Federal en la LVIII Legislatura; Diputado Local y, nuevamente, Diputado Federal, Presidente del comité directivo Estatal del PRI y Senador de la República, por solo mencionar lo más relevante. Es Licenciado en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) con la tesis “Administración Municipal: Servicios y Hacienda” –donde conoció a José Antonio Meade Kuribreña, actual candidato priista a la Presidencia, y a Luis Videgaray Caso, Secretario de Relaciones Exteriores, entre otros-, y su Maestría en Administración Pública la realizó en la Universidad de Columbia en los Estados Unidos de Norteamérica. El otro es Miguel Ángel Yunes Márquez (citados por orden alfabético no por simpatías, que quede claro), que fue Presidente Municipal de Boca del Río al ganar las elecciones para el periodo 2007 a 2010; diputado al Congreso de Veracruz y, nuevamente, alcalde de 2013 a 2017, desempeñándose, al mismo tiempo, como Coordinador de Alcaldes Panistas del Estado. Es Licenciado en Finanzas Internacionales y laboró en instituciones bancarias en Miami, Florida (según su currículo), aunque su principal capital, independientemente de lo anterior que cuenta, y mucho, ya que nos guste o no, ha dado excelentes resultados como munícipe boqueño, es ser hijo del Gobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes Linares.
DE CUITLÁHUAC García Jiménez poco se puede decir, aunque presume en su currículo que es Ingeniero Mecánico Electricista egresado de la Universidad Veracruzana. Tiene dos maestrías, una en Ingeniería Eléctrica en el Instituto Politécnico Nacional y otra en Ciencias en Control Avanzado por la Universidad de Mánchester en Reino Unido, además de ser Doctor en Ingeniería por la Universidad Técnica Hamburg-Harburg en Alemania, lo que le haría buen aspirante a superintendente de Comisión Federal de Electricidad, pero no a un cargo tan complicado como es la Gubernatura del Estado, más aun cuando en la cédula personal del Cuit no aparece ninguna experiencia laboral, salvo que inició su participación política como activista del entonces Partido Mexicano Socialista por simpatía hacia el bien recordado, Heberto Castillo. Posteriormente fue representante y consejero en el Partido de la Revolución Democrática (¿?), y desde 2013 es miembro fundador, delegado y consejero del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa). En 2015 fue postulado y electo diputado Federal por Xalapa donde se desempeña como secretario de la Comisión de Marina e integrante de las de Derechos Humanos, Fortalecimiento al Federalismo, Justicia y la Bicamaral para el Diálogo y la Conciliación para el estado de Chiapas (vamos, no tiene a su cargo ni siquiera la Presidencia de una de tantas comisiones). En suma, Cuitláhuac, sin pretender ser agresivos, carece de experiencia laboral y administrativa y, para variar, a los 50 años sigue viviendo con sus padres, lo que en el contexto de expertos significa miedo a encarar una vida propia, con la consiguiente responsabilidad como es el mantenimiento de un hogar y de formar una familia.
POR ELLO algo queda claro rumbo a la próxima elección de Gobernador en Julio próximo: que al menos uno de los tres candidatos a Gobernador, en este caso el que para entonces vaya en tercer lugar en la preferencia ciudadana, tendrá que definir la utilidad del voto –en un acuerdo cupular- para evitar que Veracruz sea gobernado por la inexperiencia y soberbia, como ha quedado demostrado con algunos alcaldes del Movimiento de Regeneración Nacional, que simple y llanamente no pueden con el paquete pero, para variar, han roto las expectativas, aunque no positivamente ya que apenas llegaron aplicaron la barredora a humildes empleados cuyo único afán es trabajar y llevar el sustento al hogar. Muchos han sido despedidos bajo el pretexto de que ganaban mucho, cuando apenas percibían ocho mil mensuales.
Y ES que si se quiere realmente a Veracruz se debe optar por lo menos peor y sacrificar algo con tal de atajar a esa inexperiencia y soberbia que el pasado reciente dejó muy lastimado a Veracruz, pues no basta haber sido diputado Federal por obra y gracia del “padre putativo” para ser buen gobernante. Tampoco se debe votar por odio o venganza sino conscientes de lo que se quiere para el Estado y quiénes tienen la capacidad de cumplirlo, ya que de otra manera Veracruz se estaría hundiendo en una fosa de donde costará muchos años rescatarlo. Sin duda hay rencor contra el PRI por la herencia de Javier Duarte de Ochoa, y malestar contra el PAN porque el Gobernador no cumplió su promesa de reducir en seis meses la inseguridad, pero no por ello se debe sufragar por resentimiento o antipatía, ya que podría ser la peor decisión que se asuma, y ahí están los resultados en el corto tiempo.
Y NO es denostar a Cuitláhuac García Jiménez –a quien ni siquiera tenemos el gusto de conocer-, sino a su inexperiencia –producto del paternalismo a ultranza-. Imponerlo al frente del Gobierno del Estado sería como la venganza de Andrés Manuel López Obrador contra los veracruzanos, aunque otro contexto habría si el aspirante del Movimiento de Regeneración Nacional a la gubernatura fuera Ricardo Ahued Bardahuil, un personaje de probada experiencia administrativa y legislativa: ya fue alcalde y diputado local y Federal, además de llevar con éxito sus empresas, lo que traducido a Gobierno es, sin duda, una excelente carta de presentación. Ahued debió haber sido el aspirante al Gobierno del Estado porque le garantizaría a López Obrador resultados óptimos que fortalecerían a su partido, pero hay necedad en llevar de la mano al Cuit, y acaso por ello los abanderados que a mediados o finales de Junio vayan en segundo y tercer lugar –en caso de que García Jiménez encabece las preferencias ciudadanas-, tendrán que decidir, por amor a Veracruz, una declinación o alianza que permita dar buen uso al voto, evitar que éste se desperdicie en intentos fallidos e impedir que la Entidad sea sometida a experimentos políticos que han demostrado ser contraproducentes. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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