EL VOTO de odio –ese que se ejerce por rencor contra tal o cual partido aunque, no precisamente, contra el abanderado que lo representa-, podría engendrar que en la elección de Julio gane en Veracruz no precisamente el mejor capacitado para gobernar, sino el que por venganza de la sociedad representa una “esperanza”, aunque esté comprobado que los resultados en el ejercicio del poder suelen no ser como se esperaban, y no nos referimos precisamente a la promesa del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares de acabar con la inseguridad en seis meses, sino a los alcaldes emanados del Movimiento de Regeneración Nacional que una vez instalados iniciaron el despido masivo de empleados, se pelearon con el gobernante en turno, alentaron la inseguridad en sus municipios con semejante actitud y no han sabido enderezar el barco, culpando a sus antecesores de todos sus males. No es fortuito, por lo tanto, que en Xalapa y Coatzacoalcos la Comisión Federal de Electricidad les haya cortado el fluido eléctrico o que enfrenten, apenas iniciando gestiones, denuncias laborales, o como en el caso de puerto México, empleados hayan tomado el Palacio Municipal para exigir que no les bajen el salario como pretende la comuna. Ellos eran la esperanza de México, del Estado y de sus respectivos municipios, y han terminado por imitar lo que tanto criticaban: la represión laboral e inexperiencia para gobernar o brindar seguridad a los gobernados, que es el principio básico de todo gobierno, ya que para eso cobran impuestos que deben reflejarse en beneficios colectivos.
PERO CON todo y ello, la sociedad, mayoritariamente, manipulada a través de redes sociales muestra antipatía por un partido en especial, la cual ha sido orquestada desde el poder y permeada hacia la primera, no logrando el gobierno y el instituto al que representa acaparar los resultados positivos que, para variar, se están desviando hacia una izquierda que está dejando de serlo para convertirse en una expresión híbrida que ahora acepta escombros de otros institutos políticos que huyen “al no ser tomados en cuenta” o atemorizados ante la posibilidad de la derrota. Porque el Movimiento de Regeneración Nacional, se quiera o no aceptar, se está nutriendo de todo aquello que otros partidos desechan o ya no toman en consideración ante esa insaciable costumbre de políticos de brincar de un puesto a otro sin dar oportunidad a las nuevas generaciones, pues se trata de ganar al precio que fuere. Por ello no es fortuito que Andrés Manuel López Obrador anuncie que entre este domingo y la próxima semana, senadores y dirigentes del PRI y PAN se unirán a su proyecto, y con ellos estarán llegando miles de militantes de esos partidos, todo ello derivado de la “descomposición” y “crisis” que hay en esos institutos políticos.
Y AUNQUE se ufana de ello en la búsqueda del poder por el poder, no toma en cuenta que la descomposición que engendran quienes renuncian al PAN y PRI, es la misma que terminarán incubando en MoReNa, de tal suerte que andando el tiempo esos mismos que ahora se fueron terminarán por apoderarse del Movimiento de Regeneración Nacional, como ha ocurrido con otros partidos, entre otros, el PAN estatal donde los dirigentes tradicionales fueron despojados y hasta expulsados por un grupo que ahora decide a su arbitrio, a tal grado que para ocupar una senaduría plurinominal segura fue impuesta en la lista de aspirantes una mujer sin la mínima experiencia legislativa como es la ex Secretaria de Desarrollo Social, Indira de Jesús Rosales San Román, de 31 años, licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Veracruz “Villa Rica” y Maestra en Ciencias Penales por el Instituto Nacional de Ciencias Penales, y que en su currículo o carta de presentación la muestran como experta en desarrollo social y gestión ciudadana a nivel municipal y estatal, aunque hay quienes afirman que esa posición debió ser entregada a políticos que realmente la merecen y harían un mejor papel como Julen Rementería del Puerto (que lo mandan casi a perder) o Enrique Cambranis.
PERO LOS designios del “señor” nadie los conoce. San Román tiene como experiencia la de haber sido jefa de la oficina del gobernador electo del Estado y coordinar el proceso de transición, lo que la catapultó a la Sedesol estatal, siendo presentada por Yunes Linares como “el nuevo rostro de Veracruz, un rostro limpio, un rostro de personas comprometidas con el estado, un rostro de mujeres y hombres jóvenes que quieren que Veracruz cambie”, y agregaría: “Conozco a Indira desde hace varios años, es una mujer talentosa y preparada, es el prototipo de mujer veracruzana trabajadora, comprometida con su estado, es una persona limpia, honesta, honorable, ordenada y organizada. Estoy totalmente seguro de que en Indira se verán reflejadas muchas mujeres veracruzanas que quieren participar en el gobierno, que quieren participar en el cambio en Veracruz”, aunque ya le estaba pasando como a Enrique Peña Nieto cuando presentó al nuevo PRI en las figuras de Javier Duarte y Roberto Borge Angulo, cuando trascendió hace poco el romance de la funcionaria con otro servidor público del gabinete que, al final del día, es muy su vida.
DICEN LOS expertos, y en este espacio lo hemos abordado en alguna ocasión, que el odio es un sentimiento de profunda antipatía, disgusto, aversión, enemistad o repulsión hacia una persona, cosa, organización, fenómeno o partido, así como el deseo de evitar, limitar o destruir su objetivo, y en Veracruz se sigue explotando ese agudo aborrecimiento contra Javier Duarte de Ochoa, un individuo que jamás debió haber sido gobernador del Estado porque carecía de experiencia u oficio político, y Fidel Herrera se empeñó en impulsarlo para que le cubriera las espaldas. Su antecedente –al igual que el abanderado del Movimiento de Regeneración Nacional, Cuitláhuac García Jiménez- fue haber sido diputado federal por obra y gracia del gobernante en turno para, de allí, saltar a la candidatura sin tener conocimiento ni de grupos ni de la conformación de un Estado que es un mosaico de máscaras distintas.
REPETIR LA historia –solo porque seguimos odiando a Javier Duarte- no llevará a Veracruz a buen puerto, y ahí están los resultados de cómo gobiernan los emanados de MoReNa, despreciando lo local y contratando funcionarios de otras latitudes, porque aquí solo hay incapaces. Por esa razón y por muchas otras, no debe ser el odio lo que induzca a votar a la población en Julio, sino la plena conciencia, más allá de partidos, de quién puede realizar un buen papel a partir de la experiencia probada de mando y honradez. Hay que votar por quien tiene la capacidad de entregar buenas cuentas, y no por aquellos que son producto de la venganza. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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