Así como los grupos guerrilleros y de opositores a los gobiernos, son siempre auspiciados por “alguien”. Entendiendo que ese o esos “alguien” debe ser gente de mucho dinero, e influencias y ambiciones políticas; y que no son los que dan la cara…
El costo de conformar un verdadero ejército guerrillero ¡es altísimo! ni los muy-muy ricos lo pueden pagar. Fácil deducir que entonces los dineros llegan de quienes tienen y disponen de ellos, o sea, de grandes organizaciones; o en su defecto, de otros Estados…
Siempre se ha sabido que las revoluciones son armadas desde fuera; así como los golpes de Estado son organizados desde dentro…
Aunque hay quienes argumentan lo contrario, ciertamente que la regulación, despenalización o liberación total de la marihuana puede llegar a disminuir la violencia; los cárteles tratarán de resarcir el dinero que pierden con el cannabis ilegal, entrando al lucrativo negocio; que además beneficiaría hasta a los campesinos…
Pero también puede ejercer el efecto contrario, puede acrecentar la violencia entre los cárteles que pretendieran extender sus actividades; es decir, expandirse hacia otros territorios. Y en ese caso los pleitos por las rutas y las plazas se podrían agudizar…
En EE. UU. no se ha podido medir el impacto entre los cárteles por la legalización y despenalización del cannabis, porque allá hacen como que hacen, pero en el fondo se hacen como el Tío Lolo…
Hace ya rato que se dieron por vencidos; cada vez que las Autoridades Sanitarias califican tal o cual substancia como prohibida y comienzan a perseguirla, los cárteles inventan otra y es el cuento de nunca acabar…
Recordaron que durante 13 años combatieron al alcohol, y mejor dejaron que hicieran lo que quisieran. Pero automáticamente, como si hubieran apretado la tecla mágica de una computadora -o por milagro, como quieran- al legalizar el alcohol se acabó el tráfico ilegal de alcohol -de Perogrullo- y por ende también se terminaron los cárteles y la violencia. Ya se habían acabado las rutas y las plazas; no había nada que defender o pelear...
Por eso, recordando los aciagos tiempos de la prohibición; hoy las drogas circulan casi libremente de frontera a frontera y de costa a costa en la Unión Americana; pues en todos lados se encuentran todo tipo de drogas. Esa es la razón del porqué no se puede medir el impacto en la violencia con la legalización de la marihuana…
El que solo sea en los centros turísticos del País, como lo propuso el secretario de Turismo, De la Madrid, mejor ni lo comentamos; pero desde luego que va muy acorde con la mentalidad del equipazo...
Como ya lo dijo la diputada de Morena Rocío Nahle, quien declaró que no se pueden realizar cambios constitucionales en una entidad sí y en otra no. Pasando por alto que en la CDMX está aprobada la intervención del embarazo y en el resto de los Estados no…
Sin embargo, el que los honorables legisladores declaren que el tema de la legalización de la marihuana está cerrado; no solo hace evidente lo lejos que están de los ciudadanos; pues quienes estamos a favor de la despenalización de todas las drogas, es porque estamos a favor de la paz…
La amnistía no es la solución al horror de la barbarie que ha traído consigo la guerra al narcotráfico. Más la degradación social que se acostumbra a ver colgados, decapitados y descuartizados por todos lados…
La solución a toda esa barbarie es la legalización de las drogas. Y que el dinero que se destinaba a esa aberrante y más que perdida guerra, se destine a la rehabilitación de los adictos y para mejorar los sueldos de quienes las combatían…
Por cierto que, mientras más se tarden en la SCJN en fallar sobre la Ley de Seguridad Interna, va a ser más difícil que la aprueben; pues ya con soldados y marinos con permiso legal para andar en las calles haciéndola de policías, el crimen no ha disminuido en lo absoluto.
Ya de salida…
El que írrito Enrique Peña Nieto haya declarado que es injusto que no se reconozcan las cosas buenas que se han logrado durante su administración; independientemente de que el balance entre lo bueno y lo malo es por demás negativo, por lo que mejor no debiera ni preguntar…
Porque refleja también que a Pepe Toño le está yendo como en feria; y cree el esposo de La Gaviota que con sus “logros” puede apoyarlo. Cuando lo mejor que debiera de hacer es ni hablar del tema, porque todo lo que huela a Atraco-mulco huele mal…
Y aunque lo comento en buena onda por si Peña Nieto no se había dado cuenta de ello; no creo que hablando poco y apareciendo en público lo menos posible, vayan a mejorar las cosas para quien no entendió la realidad de cómo lo percibe la gente, desde aquel memorable “ya sé que no aplauden” que pronunció en febrero del 2015 cuando él esperaba que lo ovacionaran…
Lo que de inmediato se corrigió; pues a parir de esa fecha se puede decir que Pavarotti se hubiera muerto de envidia si hubiera escuchado como ahora le celebran todo lo que dice -faltaba más para eso está su equipazo-…
A tal grado han corregido lo del aplausómetro, que ahora ni siquiera se dan a conocer las protestas que se organizan cada vez que se presenta en todas partes donde va.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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