AUNQUE en diversas ocasiones se ha anunciado la renuncia de Renato Alarcón Guevara, a la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional, la verdad de las cosas, es que las instrucciones nacionales no se han dado para este movimiento político, hasta ahora, y la actual dirigencia permanece al pendiente de cuanto ocurre con el proceso electoral que esta en camino y que cada día que pasa se vuelve mucho más interesante.
Alarcón Guevara, ha cumplido al pie de la letra con todo el encargo que se le hizo cuando tomó posesión del tricolor, en medio, eso sí, de circunstancias complicadas, remontando todos los problemas y logrando que el tricolor alcanzara importante fortalecimiento político, del cual ahora se mantiene y con la esperanza de que ahora se multipliquen las condiciones favorables en aras de la unidad política a la que tanto ha aspirado en los recientes tiempos.
Se podría decir que Renato Alarcón Guevara, ha cumplido con el cometido y si en cualquier momento se le indica que deba dejar su posición frente al tricolor, seguramente que lo hará, completamente satisfecho de haber logrado resultados positivos en los momentos más difíciles de la historia política del tricolor.
Y no será, de ninguna manera, cuestión del otro mundo, pues bien sabe el dirigente priista que los tiempos cambian, que los ciclos se cumplen y que lo importante es salir airoso, con la frente en alto, más que nada, por haber contribuido con una de las metas que se impuso, es decir, defender a capa y espada, la posición política de su partido y con el traslado de una posición difícil, a una nueva dimensión en el posicionamiento del Revolucionario Institucional, en el Estado, respondiendo eficazmente con el compromiso de hacer hasta lo imposible para dar respuestas positivas a un encargo bastante delicado.
Los resultados, pues, avalan a Renato, a quien le espera, como ya lo comentamos en otras ocasiones, una posición política ganada a pulso. Será por la vía plurinominal, ya sea en el ámbito federal o local, donde, seguramente, habrá de realizar una tarea política también, con buenos resultados, como los ha tenido en la dirigencia estatal del partido, al cual, hasta el momento de redactar esta columna, seguía dirigiendo como el Presidente del PRI estatal.
Aunque no se prevé que sea inminente, posiblemente, sí necesaria, por razones políticas bien entendidas, en virtud de que hay un nuevo personaje que ya se ha erigido como precandidato y desde luego, candidato a la gubernatura del Estado, donde nuevos actores políticos habrán de tomar la batuta y seguir en el camino preciso que tiene que seguir este partido en la consecución de un compromiso electoral como es el rescate de la gubernatura del Estado.
Al relevo de Renato Alarcón Guevara, hay muchos personajes ya considerados como idóneos para continuar el trabajo político más pesado del partido en este momento, pero no se ha dicho todavía como será y quien será, mientras tanto, Renato, se encuentra a ala cabeza de la organización política, cumpliendo con los detalles de la candidatura de Pepe Yunes, la cual se confirmará con la realización de la convención estatal de delegados en el mes de febrero.
Ello, por cierto, podría también estar postergando la salida del dirigente Alarcón Guevara, tanto, que hasta se ha pensado que podría esperar hasta en tanto no se realiza la convención respectiva para después entrar el relevo que se encargará de la realización de la campaña política.
Pero lo importante del caso, es que aún cuando las presiones de los tiempos políticos se están dando permanentemente, en el PRI, parece haber la suficiente confianza en el actual dirigente estatal, para esperar el mejor momento para que se dé el relevo, pues todo se esta haciendo, en la nueva etapa política del tricolor, con tranquilidad, es decir, sin los apresuramientos que se dieran en otras épocas políticas y que no dieron, al parecer, resultados contundentes, sobre todo, cuando en el partido se hace necesaria la conducción atinada, como hasta ahora, se ha tenido a nivel estatal.
A Renato Alarcón Guevara, le han tocado las golondrinas en muchas ocasiones, pero se ha mantenido tranquilo, siempre en espera de las instrucciones superiores donde saben que su estancia en la dirigencia tiene sus tiempos, tanto los establecidos en el seno de la propia organización, como aquellos que políticamente, tienen que manejarse.
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EN TIEMPOS DIFICILES del Partido Revolucionario Institucional, Pepe Yunes, da la sorpresa política al llenar completamente los espacios del World Trade Center, de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, durante el inicio de su precampaña para alcanzar la nominación total de su partido con rumbo a la búsqueda de la gubernatura del Estado.
Ahí, ante la presencia de diversos invitados como fue el caso del propio dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, como de Senadores, Diputados locales y federales, presidentes municipales y dirigentes de diversos sectores y organizaciones políticas de la entidad, Pepe Yunes, estableció, una vez más, su compromiso con los veracruzanos en general, dejando claro que al priismo veracruzano, no lo define la corrupción, cuestión en la que también habría de coincidir el propio precandidato a la Presidencia de la Republica, José Antonio Meade Kuribreña.
El Partido Revolucionario Institucional, se vio fortalecido con estos actos políticos que vuelven a colocarlo en posición importante frente a los demás partidos
políticos con los cuales se estará disputando, tanto la Presidencia de la República, como la propia gubernatura del Estado.
Y fue preciso Pepe Yunes, al declarar públicamente que su compromiso tiene como finalidad un importante proyecto que devuelva a Veracruz, y a los veracruzanos, el nivel de vida que merecen.
Con eso, prácticamente, se ganó toda la confianza popular, porque, en realidad, los veracruzanos, están padeciendo la más triste época de la historia política y económica, pues con el pretexto, que sin duda, es cierto, de que el gobierno de Duarte, acabó con todo, no debe ser más el constante recordatorio que ya todos los habitantes de la entidad, lo saben y que no quieren seguir viviendo estas amargas experiencias.
Lo importante parece ser el proyecto de Pepe Yunes, es seguir adelante y devolver la tranquilidad que los veracruzanos reclaman, además del trabajo que se tiene que desarrollar para cumplir con los compromisos contraídos y en eso, la seriedad política de Pepe Yunes, es innegable.
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ES CLARO QUE MIGUEL ÁNGEL Yunes Márquez, busca, por todos lados, deslindarse políticamente de su padre.
Pero esto no es posible, cuando menos en tan corto tiempo, y más cuando su padre es el depositario del poder constitucional de Veracruz.
El problema para Miguel chico, es de grandes dimensiones, hasta donde se ve, porque de alguna manera, el hecho de ser hijo del Gobernador, aunque no sea así, supone una herencia política y se convierte, en lo que acaba de señalar él mismo, es decir, en una monarquía.
El salir a buscar el voto de manera independiente, es decir, sin el apoyo de su padre y con la esperanza de parecer igual que los demás precandidatos, no le da, por el momento, ese plus, sino al contrario, tendrá que dejar que las cosas caminen como hasta ahora y no recordar que detrás de él esta su propia familia, que si bien la ha apoyado, como en cada uno de los precandidatos, donde la familia esta dispuesta a apoyarlos, aquí hay que recordar que son, por el momento, dueños del poder.
Vaya, que Yunes Márquez, tiene que pasar esta dura y difícil situación política.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa.. |
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