Los odios no pueden ser ocultos todo el tiempo, siempre se dejan en claro esas posibilidades.
Más cuando se disputan intereses políticos y económicos, lo social es lo que menos interesa del que dirá la sociedad.
Jorge González Azamar es un político reacio, renuente, es lo que diga su persona y nadie más entra ahí.
Es un político que se entreteje entre una sociedad que le aplaude sus desplantes y sus poses, sin embargo se sostiene en ella misma dada su propia complejidad.
Pero no es traidor, sabe negociar, sabe trabajar es algo interesante que analizar, pues su historial político tiene nombre y apellido.
Y a ellos se debe su imperio, su fortaleza que si bien es cierto no está cercana a él, si está protegida con su aprendizaje.
González Azamar cuida su feudo, y eso también le dio las oportunidades de crear monstruos, sus propios demonios.
A un año y nueve meses de gobierno, está trabajando, desarrollando una actividad, pues quiere heredar su posición a su esposa.
Ha creado compromisos con quienes en sus momentos cerro fuerte su enemistad, entre ellos Jorge Carvallo Delfín.
Y se hizo amigo de quien es su paisano y hoy su amigo Vicente Benítez González, robándose las bases fundamentales de la amistad a quien se lo presento.
Y es que fue Manuel Rosendo Pelayo, quien presento a Vicente con González Azamar, todo iba bien en apariencias, más sin embargo el diablo nunca duerme.
Y fue González Azamar, que es muy hábil, le robo el cariño pero familiar cuando se enteró que entre la familia Benítez y su esposa había más que una simple amistad, una familiaridad.
Y ahí entro por la puerta grande, arrebatándole las cartas a Manuel Rosendo, dejándose sentir desde hace semanas atrás un distanciamiento entre los munícipes sanandrescanos y catemaqueño.
Hoy la disputa es Vicente Benítez entre estos dos alcaldes, y deja en claro su posición, diciendo el mismo Benítez González, que primero conoció a Manuel Rosendo y después a González Azamar.
Hoy se deja ver que esa amistad se ha roto entre ambos alcaldes, y más aún cuando sabe perfectamente que lo que viene, uno de los dos se sentirá el dueño de la candidatura.
Una candidatura que no tendrá ningún problema por no existir rostros que levanten la mano por el momento.
Ese no es el problema, sino las amenazas que se lanzaran tanto de un lado como del otro, para decir por cuál de los dos municipios ganara el candidato del PRI.
Quien diga lo contrario estará equivocado, los dos cargados de enemigos puros, que consideran que están planchando a los líderes, falso, muy falso.
Sacaran a relucir sus desgracias ante el odio aplicado durante sus gobiernos para quienes debieron haber dialogado desde hace meses atrás para evitar lo que viene.
Son tiempos de diálogos entre todos los cabos sueltos, sabemos que sus malditos orgullos no los harán ceder entre ambos ante sus enemigos que son muchos.
A pesar de ellos, no son ellos quienes jugaran, y tendrá que ser el mismo candidato el que lo haga, pero es tiempo de reflexionar y apaciguar esos espacios.
Si es que quieren ver un triunfo arrollador, pero andan sueltos muchos cabos que no creo quieran entrarle al quite y otros más se van a desatar muy pronto.
Y es que en las pasadas contiendas electorales las cuentas no fueron muy halagadoras para quienes dijeron fue su triunfo.
Por ejemplo en el equipo contrario hay enemigos en Catemaco como Julián Organista Barranco, y en San Andrés Tuxtla, Silvano Torres Xolio que están enfrentados a sus alcaldes.
Y todos esos enemigos los quieren heredar a quien ellos desean sea su candidato, de esa forma no se puede ni creo se lograra una unidad.
Una porque ellos son los primeros que están dividiéndose en estos momentos, por lo tanto o le bajan a sus bajas pasiones políticas o se les cae la sopa de la boca.
Primero tiene que haber un entendimiento que ellos solo son alcaldes que tienen que procurar que llegue si es que dicen es su amigo, de lo contrario flaco favor le están haciendo.
González Azamar trae pleitos hasta con su síndico, Sergio Guzmán Coubert, entonces de que estamos hablando, la tarima no aguanta un peso desordenado.
|
|